A los compañeros documentalistas

Declaración del Movimiento de Documentalistas

Frente a la reunión convocada para el próximo 11 de Diciembre de 2001 con un funcionario del gobierno en el INCAA, nosotros planteamos:

Primero: Como movimiento no nos sentamos, al mejor estilo de la burocracia, a “negociar” con los funcionarios de un gobierno que el pueblo argentino repudia y contra el cuál para y se moviliza en las calles.

Segundo: No aceptamos “negociar” desde la más evidente sumisión a la funesta política del gobierno en la cultura. No estamos dispuestos a “negociar” sobre la base de un temario donde uno de los puntos consta en ¡¡abrir una oficina!! Los que van a decidir las políticas que saldrán de esa oficina no serán los documentalistas sino algunos funcionarios designados por el gobierno más hambreador, entreguista e hipócrita de la historia. Y esos funcionarios no van a servir a los intereses de los trabajadores de la cultura y del documental. Nada de oficinas a la medida de los funcionarios y los burócratas.

Tercero: Nos llaman a aceptar como una concesión lo que es una trampa. No aceptamos discutir con los funcionarios la realización de “concursos” de documentales convocados por el INCAA. Ni aceptamos como una conquista el hecho que tengamos que competir entre nosotros en vez de colaborar. Menos aún competir entre nosotros con los funcionarios de este gobierno como garantes, con sus reglas y con sus condiciones. Nada de concursos. Una comisión elegida democráticamente por los documentalistas debe evaluar los proyectos y decidir la proporción de asignación de recursos para todos de acuerdo a cada proyecto. Sí. Para todos. ¿No hay plata? ¡Vamos! Que pongan un impuesto a las películas norteamericanas que ahogan nuestra industria, por ejemplo. No a los concursos. Nada de competir.

Cuarto: No aceptamos sentarnos a discutir la flexibilización de la preclasificación como si eso fuera una conquista. No aceptamos de hecho y sin cuestionamientos la existencia misma de ese mecanismo discriminatorio y autoritario: lo rechazamos de plano. No aceptamos que un tecnócrata contador, un ave negra leguleyo, un funcionario de escritorio nos califique. No vamos a concederles graciosamente el derecho de ponerse encima nuestro. Nada de precalificación. Nada de discriminación. Fomento para todos.

Sabemos que muchos documentalistas creerán que nuestro lenguaje es demasiado duro, pero no es duro, es firme. Y esa firmeza no viene del ofuscamiento, sino de la profundización en una línea de acción basada en análisis y caracterizaciones fundamentadas. Además, más duros son los golpes que este gobierno nos está dando, con la ayuda de sus funcionarios y sus burócratas de turno.

Conclusión: No estamos dispuestos a negociar con funcionarios de un gobierno cuya legitimidad es insostenible. Más bien habría que enjuiciarlos. La única competencia que nos importa es la que nos compete:

Democratización de la producción cultural
Socialización de los medios y modos de producción audiovisual

Miguel Mirra
Mesa de Metodología y Política del Movimiento de Documentalistas,
Diciembre de 2001